jueves, 11 de agosto de 2016

Hablar de cooperativismo hoy es necesario


Tal vez pretender introducir la discusión sobre el movimiento cooperativo argTal vez pretender introducir la discusión sobre el movimiento cooperativo argentino cuando aún no se sabe el país que deberíamos tener, para encarar la encrucijada encarada por el nuevo gobierno que mostró en su entrada un juego fundado en la antinomia de  la simulación de planes que no aparecen, con avances y retrocesos inspirados en la metodología abstracta de prueba y error andando con la incertidumbre del ciego, sin escuchar  siquiera por una sola vez la palabra equidad como utopía en el resultado a devengar para el ser humano común.
Llama mucho  la atención que los dirigentes del movimiento cooperativo argentino, unidos o separados, no aparezcan opinando que esperan en la hora de las decisiones necesarias que siempre fueron expuestas para un desarrollo concreto del movimiento, en el reparto de oportunidades que puedan darse cuando cambian los modelos económicos y sociales que pueden intervenir para bien o para mal del movimiento.
Es preocupante además la caída observada en los acontecimientos de las fechas que ilustran la vidriera  del acontecer cooperativo, cuando los dirigentes comienzan a ignorar solapadamente los días celebratorios del homenaje anual que la membresía le dedica al cooperativismo, pareciera un hecho de poca monta pero el dicho popular es claro, con algo se comienza, y después que?
No es fácil  comprender la incidencia de estos hechos que deterioran el entendimiento común y la importancia de la ayuda mutua, cuando se dejan pasar desapercibidos los acontecimientos sin pena ni gloria, dejando de lado la esencia de lo que significa la sociedad unida detrás  del quehacer solidario.
Es en esta etapa de la vida que comienza a entenderse el vacío que genera en la  caso de la educación primaria la falta del factor solidario, que enhebre las cuentas del sentido unitario para  que sea promovida en el individuo, culturalmente, para que el crecimiento de esa persona humana se desarrolle desde chico  inmerso en el valor de lo que significa el modo de vivir solidario.
El espacio político instalado en el poder el 10 de diciembre del pasado 2015 por voluntad popular, no siendo siquiera un partido político ni algo que se le parezca a adquirido las virtudes de la ruleta rusa en su accionar con su famoso slogan “cambiemos”  aun no se conoce en que doctorado estrá inscripto ni que rumbo o planes esgrime  y solo sirve para hace la apología de una vieja canción que nos registra la mente; “ total para que te vas a preocupar, las cosas como vienen se tienen que tomar” digno del encuadre grotesco de Ripley en sus deciros.
Medio año transcurrido memorando el estado calamitosito de un país y seria necia la persona que niega el tiempo, porque esa medida desde el día que se invento el reloj la cumplieron ellos, mal que le pese a muchos que perdieron el tren y ahora caminan a pié con la cara larga.
Por aquello que   las necesidades vitales de la sociedad no pueden avanzar antes  que las otras necesidades  es un craso error de criterio en todos los niveles,  porque la pobreza nunca puede ni debe contabilizarse como un mal bíblico del que habló un ex presidente aún vivo, sino como una carencia de proyectos para eliminarla o desinterés manifiesto por ella y todos los caminos debe ser válidos para eliminarla   más antes que después;  la cooperación es uno de los mas importantes para ello, pero de eso no se habla dejando de lado la equidad que es el signo esencial de toda la distribución de la riqueza que genera un país.
Desgraciadamente aquello que dice que el dinero nunca se pierde es cierto, pero tiene la habilidad prodigiosa de cambiar velozmente de mano; cuando no lo tiene la mano de uno lo tiene el otro y por eso no se pierde y el tiempo es el fiel testigo de ese teorema que administra la riqueza.
Segundo Camuratti 





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