Tal vez pretender introducir la discusión sobre el
movimiento cooperativo argTal vez pretender introducir la discusión sobre el
movimiento cooperativo argentino cuando aún no se sabe el país que deberíamos
tener, para encarar la encrucijada encarada por el nuevo gobierno que mostró en
su entrada un juego fundado en la antinomia de
la simulación de planes que no aparecen, con avances y retrocesos
inspirados en la metodología abstracta de prueba y error andando con la
incertidumbre del ciego, sin escuchar
siquiera por una sola vez la palabra equidad como utopía en el resultado
a devengar para el ser humano común.
Llama mucho la atención que los dirigentes del movimiento cooperativo
argentino, unidos o separados, no aparezcan opinando que esperan en la hora de
las decisiones necesarias que siempre fueron expuestas para un desarrollo
concreto del movimiento, en el reparto de oportunidades que puedan darse cuando
cambian los modelos económicos y sociales que pueden intervenir para bien o
para mal del movimiento.
Es preocupante además la caída observada
en los acontecimientos de las fechas que ilustran la vidriera del acontecer cooperativo, cuando los
dirigentes comienzan a ignorar solapadamente los días celebratorios del
homenaje anual que la membresía le dedica al cooperativismo, pareciera un hecho
de poca monta pero el dicho popular es claro, con algo se comienza, y después
que?
No es fácil comprender la incidencia de estos hechos que deterioran el
entendimiento común y la importancia de la ayuda mutua, cuando se dejan pasar
desapercibidos los acontecimientos sin pena ni gloria, dejando de lado la
esencia de lo que significa la sociedad unida detrás del quehacer solidario.
Es en esta etapa de la vida que comienza
a entenderse el vacío que genera en la
caso de la educación primaria la falta del factor solidario, que enhebre
las cuentas del sentido unitario para
que sea promovida en el individuo, culturalmente, para que el
crecimiento de esa persona humana se desarrolle desde chico inmerso en el valor de lo que significa el
modo de vivir solidario.
El espacio político instalado en el
poder el 10 de diciembre del pasado 2015 por voluntad popular, no siendo
siquiera un partido político ni algo que se le parezca a adquirido las virtudes
de la ruleta rusa en su accionar con su famoso slogan “cambiemos” aun no se conoce en que doctorado estrá
inscripto ni que rumbo o planes esgrime
y solo sirve para hace la apología de una vieja canción que nos registra
la mente; “ total para que te vas a preocupar, las cosas como vienen se tienen
que tomar” digno del encuadre grotesco de Ripley en sus deciros.
Medio año transcurrido memorando el
estado calamitosito de un país y seria necia la persona que niega el tiempo,
porque esa medida desde el día que se invento el reloj la cumplieron ellos, mal
que le pese a muchos que perdieron el tren y ahora caminan a pié con la cara
larga.
Por aquello que las necesidades vitales de la sociedad no
pueden avanzar antes que las otras
necesidades es un craso error de
criterio en todos los niveles, porque
la pobreza nunca puede ni debe contabilizarse como un mal bíblico del que habló
un ex presidente aún vivo, sino como una carencia de proyectos para eliminarla
o desinterés manifiesto por ella y todos los caminos debe ser válidos para
eliminarla más antes que después; la cooperación es uno de los mas importantes
para ello, pero de eso no se habla dejando de lado la equidad que es el signo
esencial de toda la distribución de la riqueza que genera un país.
Desgraciadamente aquello que dice que el
dinero nunca se pierde es cierto, pero tiene la habilidad prodigiosa de cambiar
velozmente de mano; cuando no lo tiene la mano de uno lo tiene el otro y por
eso no se pierde y el tiempo es el fiel testigo de ese teorema que administra
la riqueza.
Segundo Camuratti
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