viernes, 31 de diciembre de 2010

Mensaje para el año nuevo

Los dirigentes cooperativos tienen que ser como la levadura para el pan

Para que sirve la levadura, para levantar la masa

Ahora los dirigentes deben ser la levadura

Son ellos los que tienen que levantar la masa

Feliz año nuevo para todos y todas

Muchas gracias a los seguidores que nos han acompañado en el año que se va.

domingo, 26 de diciembre de 2010

EDITORIAL Diciembre 2010


A transcurrido un largo año y siempre que esto sucede es conveniente recapacitar sobre lo que ha transcurrido como referente a tener en cuenta.

Creo que ya lo dijimos pero es bueno recordarlo: para el movimiento cooperativo argentino, aunque muchos lo nieguen con algunas espectaculares paradas, a sido un año insulso, falto de color.

Algunos excelentes periodistas que por sus antecedentes personales hacen excelentes notas, mezclando pasado y presente para mostrar los éxitos idos, (especialmente aquellos que ya no están para darle matiz al espectáculo), con los que todavía no terminaron de nacer, dando por sobreentendido que todo lo que se dice es verdad con elementos que pueden llevar al engaño, porque todo es relativo.

Es bueno nutrirse de datos sobre el cooperativismo, pero no tanto, cuanto estos llevan como fin desvirtuar la realidad de lo que acontece.

El país tiene entidades de tercer y segundo grado, que si mostrasen interés en conocer la salud del sector cooperativo estarían en condiciones de elaborar un mapa concreto y preciso sobre el estado de las cooperativas, contabilizando la verdadera situación sin el atravesamiento del factor político que le da una grandilocuencia que no tiene.

Es cierto que el movimiento cooperativo tiene excelencia en muchos niveles, pero siempre cosechados tal cual lo dice la cooperación con el esfuerzo propio y la ayuda mutua, si neteamos todo aquello de que hacen gala ciertos organismos oficiales buscando agua para su molino la realidad es otra; no es todo oro lo que reluce.

El cooperativismo argentino tiene las mismas dificultades que un sector importante del pueblo argentino.

No existe otra colaboración estatal que la subsidiaria que distorsiona el acto cooperativo genuino, y vale como ejemplo mostrar los números y los hechos de la tarea legislativa del año que termina, que salvo los auspicios que validan el cartel publicitario de algunos actos ante el mundo, en todo un año no ha avanzado sobre leyes necesarias que lleven a mejorar el funcionamiento de algunas ramas del mismo.

La integración entre las distintas vertientes del cooperativismo argentino prácticamente no existe, lo único que esta en pie cuando de unidad se habla es la figura excluyente y dominante que está encarnada por el verbo diversidad.

De otro Congreso Argentino de la Cooperación, mas urgente hoy que nunca, nadie habla con ciencia cierta, es un tema tabú, porque a los organismos de control oficiales el cooperativismo autogestionado no les interesa, mientras puedan avanzar con el cooperativismo prebendarlo del subsidio que genere sufragios en víspera de las próximas elecciones; en tanto las entidades de clase superior del movimiento sonríen disfrutando los halagos de las crónicas bien escritas.

¿Hasta cuando avanzará esto sin llegar a la hipocresía?

Segundo Camuratti

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Análisis de la cooperación

Terminando el año nos parece interesante volver sobre temas que fueron tratados, tal vez en otra dimensión, pero tratados al fin, sobre la economía social devenida en las entidades sin fines de lucro que representan las cooperativas.

Es por eso que decimos que corresponde interpretar que a la cooperación la examinamos siempre desde su presencia y su esencia subjetiva y por eso al hacerlo, no ignoramos sus orígenes y la raíz de su nacimiento en una etapa de la historia previa a la aparición del capitalismo.

Preguntarnos si esa raíz tenía injertos del socialismo utópico es lo menos que nos puede asombrar, hay muchos antecedentes sobre el tema que así lo atestiguan valiendo la pena mencionar a algunos de ellos; tales como su participación en el movimiento rochdaleano en 1844.

En una economía predominante por el avance incipiente del capitalismo, (el cooperativismo aparece precisamente como una respuesta a la Revolución Industrial que pretendía llevarse por delante a todo lo que se opusiese a ella), para mejorar la vida de los asalariados en un sistema que comenzaba a mostrar que tendría vocación excluyente, al dar por sobre entendido que no todos los actores podían habitar el escenario económico planteado.

Al exponer de manera explícita la exclusión dejaba en claro que el luchar contra ella debía ser una de las tareas primarias que debía afrontar la cooperación, y con el correr del tiempo fue afirmando la idea que las cooperativas podían ser el brazo mas fuerte en lo económico y el antídoto para combatir a la concentración y la exclusión inaugurando la etapa de ser las únicas entidades que incluían en lugar de excluir.

En la medida que se fue instalando el proceso capitalista en el mundo las cooperativas demostraron su eficacia para ir resolviendo las situaciones generadas por el nuevo sistema llenando los puestos de trabajo dejados vacíos por el vendaval implícito de su influencia.

Por si esto fuera poco, como efecto deseado del mecanismo infernal desatado por ese proceso se instalaron políticas aleatorias que nacieron a su amparo, tales como el liberalismo en primera instancia y recalando mas adelante en su hijo prodigo que antepuso al nombre la palabra neo.

Todo lo demás es historia reciente y las consecuencias también, porque el nuevo sistema, a través de las privatizaciones y la concentración de empresas cerró el círculo vicioso de la desocupación y por lógica consecuencia aparecieron los excluidos.

La cooperación en esa instancia demostró ser un brazo fuerte en lo económico y el antídoto para combatir a la concentración y la exclusión, al ser las únicas entidades que incluían en lugar de excluir, siendo la respuesta adecuada para enfrentar la globalización y el neoliberalismo., definido por muchos como el matrimonio degenerado de los últimos tiempos.

Las cooperativas pasaron de ser un mecanismo necesario para resolver los problemas de la sociedad como organizaciones sociales de contenido solidario, a constituirse en entidades que por ser una mezcla de mitad pragmatismo y mitad sueño contribuyen en mucho a sostener la valoración del acto cooperativo y de la actividad de servicio que este tiene como actividad principal, siendo además una vía adecuada para asegurar la paz y garantizar la democracia.

Mucho más podría decirse sobre la cooperación pero es digno de señalar sin embargo que la propuesta de la entidad cooperativa demuestra, que si bien todos los bienes son intangibles ésta propone algo superior como la propiedad común, eje central de su filosofía humanista.

Segundo Camuratti

sábado, 11 de diciembre de 2010

Volver a los Principios

No siempre el agua derramada tiene que estar sucia, depende de cómo y donde cae, porque lleva implícita la intención y el color del cristal con que se mira.

Esto surge en todos los órdenes de la vida pero prima demasiado cuando se analiza el quehacer cooperativo.

Los exegetas del purismo dialéctico confunden en la mayoría de los casos la verdadera esencia del actuar cooperativo y sus principios rectores, partiendo de la base de ignorar el verbo colectivo y el contenido que lleva la calidad intrínseca del conjunto del movimiento dinámico que lo integra; verbigracia, nunca el individualismo en la acción y la dirección puede ser llamado cooperativo.

Esto hace que al no tenerlo en cuenta desvirtúan la naturaleza del conglomerado social al reemplazar el interés común por la voluntad sustantiva del individuo.

Estas deformaciones llevan en la práctica a la anulación del órgano principal de gobierno de las entidades que hacen de la integración el eje conductor de su vigencia trastocando el medio por el fin, casi siempre justificándolo en la falta de participación del colectivo en lugar de alentarla.

De allí deviene la perdida principal del sentido de pertenencia de los adherentes al sistema terminando en la anulación práctica del nosotros general por el yo del propio criterio.

Sucede a veces que el giro urgente de los acontecimientos lleva a abandonar la impronta de cambiar lo importante por lo perentorio haciéndole mucho mal a las entidades, por lo tanto se hace indispensable respetar los estatutos y el respectivo orden de responsabilidades que le competen a aquellos que asumen el deber de velar por los intereses asociativos.

La importancia y el respeto de la educación cooperativa debe ser la base de sustento del modelo cooperativo en todas sus instancias, so pena de que se lleve por mal camino a las cooperativas, provocando el desprestigio de entidades que deben ser rectoras por su conducta dentro de la sociedad como ejemplo de lo que significa el trabajo sin fines de lucro.


Segundo Camuratti