lunes, 16 de mayo de 2016

Volver al redil


Volver al redil


El tiempo es el único responsable de las acciones del individuo, el decide como y cuando dirige el andamiaje humano y lo pone en marcha con los atributos que el individuo posee  y con la energía que dispone.
Holganza o deseo son los nervios motores de los que dispone el individuo comandados por un ideal incólume que lo viste o lo desviste  cuando la pasión y el amor a su tiempo lo domina y lo incita especialmente cuando su anhelo esta dispuesto a servir a los demás, especialmente si está convencido y su ego no  corrompe la ecuación.
Quienes alcanzaron casi medio siglo de vida y de trabajo, compartiendo voluntades o ideales dentro de un movimiento inmersos en la solidaridad que le da peso y vigencia a una manera de vida, jamás podrá cambiar lo hábitos ignorando la paciencia necesaria y  la perseverancia del altruismo del ser humano.
Es por eso que no se pueden arriar las velas y detener el barco por las contingencias de la sociedad; la cooperación mostró lo que pueden hacer los individuos unidos trabajando por el bien común.
Cada vez que la política pretende cambiar para modificar reglas instaladas que están bien o mal según las maneras de ver las cosas, marcando a fuego el nuevo paradigma a instalar para sustituir al instalado para hacer florecer una nueva metodología que modifique las cosas, al movimiento cooperativo no se lo llama o no quiere  estar para participar con su opinión. 
Esa actitud sería útil para poder evaluar las cosas modificando panoramas y conseguir  los objetivos buscados para hacer coordinación de ideas optimizando el pensamiento, pero nunca cambiando la idea de trabajar por el bien común; el cooperativismo puede hacer eso pero  solo cuando quienes lo llevan adelante no bajan los brazos  para sostenerlo vivo instalando su participación en la comunidad.
Pero lo que pasa a mi entender es que algo esta fallando porque cuando la política cambia los paradigmas y el cooperativismo  queda inerme afuera y callado no opinando para bien o criticando lo mal, pareciera salir por el foro ex profeso para alejarse de la función de vanguardia de ese sentido común del que hablábamos.
Creemos que los dirigentes cooperativistas luego de los cinco meses recién cumplidos del cambio de paradigma político, deberían ya haber llevado la iniciativa de instalar el necesario Congreso de la Cooperación siempre tan propuesto pero casi nunca cumplido; teniendo en cuenta el viejo refrán aquel que dice: si Mahoma no va a  la montaña, la montaña va a Mahoma.
Para definir políticas inherentes  para intervenir en lo social y lo económico el cooperativismo no puede dejar de participar, por su incidencia cuantitativa y cualitativa como organismo social  muy importante y  además como medio económico en la vida del país para no ser excluido en las decisiones cruciales de su historia por acción u omisión.
Segundo Camuratti
  

martes, 10 de mayo de 2016

Despues del cisma lo que queda


Siempre es bueno cuando las hecatombes resuenan mas de lo deseado para ir poniendo en guardia a los desprevenidos, que no se condicen ni por asomo con  las situaciones no esperadas de cambios que no ameritan destinos claros y precisos y así nos va.
A  cuatro largo meses del cambio de gobierno todavía subsisten las incógnitas de siempre respecto a las esenciales necesidades de sectores amplios de la sociedad, que no encuentran el parangón liminal que los ubiquen hacia donde y cual será el rumbo que marque la contienda y las salidas para los problemas, porque muchos dirigentes han puesto violín en bolsa y miran para el otro costado haciéndose los desinteresados para no emitir opinión.
Pareciera que existen temas  tabúes que es mejor no tocarlos para no  remover el avispero con el temor de perder posición y quedar desguarnecidos e imposibilitados de  poder subir al tren de los ganadores.
Asombra la liviandad y la ligereza con que se han bajado del caballo, los circunstanciales jinetes metidos en la lid por la falta de ideas de cómo se debe razonar y actuar pensando  en el bien común para  contribuir con su aporte a la solución de problemas que agobian a los que menos tienen.
Cuando todos están complicados y metidos en el  laberinto de la incertidumbre que les impide  ver la luz al final del túnel, nadie piensa en buscar criterios con sentido común que solo la unidad en la diversidad puede proveer la razón y la fuerza, para poder dar los pasos en el  correcto camino buscando  la salida proverbial que los ilumine y acompañe.
Las raras coincidencias de la gestión del entrecruzado eslabón político actual, no refleja la realidad imperante de los hechos porque afectan una parte importante de los elementos fundamentales que coordinan el quehacer del espectro regulador de un país para que pueda trabajar a pleno para lograr un desarrollo armónico y equilibrado para todos sus habitantes.
En la dicotomía canyengue de la política ramplona los dirigentes sumisos al sistema no consiguen reflotar la palabra COOPERACIÓN y rehabilitarla en su desconcierto supino.
A mas de cuatro meses de lanzado el nuevo gobierno no se a conseguido ni siquiera un duende travieso que desde las entrañas mismas del Apocalipsis  se atreva a   nombrar a la solidaridad como un entre propicio que conlleve a  pensar en los demás.
Segundo Camuratti