martes, 21 de febrero de 2012

Educación cooperativa y el empoderamiento Tra. Parte

Que es o que significa el empoderamiento

Si nos atenemos a Wikipedia esta dice queEmpoderamiento o apoderamiento, se refiere al aumento de la fortaleza espiritual, política, social o económica de los individuos y las comunidades. Generalmente involucra el desarrollo en el beneficiario de una confianza en sus propias capacidades”.

Dicho en buen romance significa cambiar los hábitos del individuo en su manera de actuar y conducir hechos específicos de su propia vida fortaleciendo sus capacidades, confianza, visión y protagonismo junto a grupos sociales para impulsar cambios positivos de las situaciones que viven.

El Diccionario Panhispánico de Dudas define empoderar como conceder poder a un colectivo desfavorecido socio-económicamente para que, mediante su autogestión, mejore sus condiciones de vida.

El empoderamiento es un proceso multidimensional de carácter social en donde el liderazgo, la comunicación y los grupos autodirigidos reemplazan la estructura piramidal mecanicista por una estructura más horizontal en donde la participación de todos y cada uno de los individuos dentro de un sistema forman parte activa del control del mismo con el fin de fomentar la riqueza y el potencial del capital humano que posteriormente se verá reflejado no solo en el individuo sino también en la comunidad en la cual se desempeña (Blanchard, Carlos & Randolph 1997).

Si bien este pensamiento nace para analizar políticas de género, luego fueron trasladados a la sociedad en otros aspectos que hacen al individuo, abriendo un abanico de posibilidades que incluyen al cooperativismo, especialmente al desarrollo.

Toda cooperación significa desarrollo para quienes participan de ella porque modifican la actuación de los individuos desde la fase individual para transformar la realidad desde lo colectivo; el desarrollo no actúa en abstracto al incursionar en distintos matices permitiendo tanto en lo económico como en lo social influir sobre la identidad solidaria e intelectual de las personas, como se verá, en un amplio espectro humano.

La Asamblea General realizada por la Alianza Cooperativa Internacional en Manchester en 1995 con motivo de cumplir 100 años de vida, modifica ampliando en parte los principios tenidos en cuenta hasta esa fecha; una especie de refundación de la entidad por la trascendencia que adquiere ese procedimiento ampliando la visión del cooperativismo colocándolo en la vanguardia del movimiento solidario.

Desde ese mismo momento demuestra la vocación de servicio porque el séptimo principio avanza por sobre lo especifico de la actividad cooperativa transportándola a través de su contenido a los ámbitos de la comunidad.

Esto dice el séptimo principio: Compromiso con la comunidad.

Y el fundamento de sus valores explicita que la cooperativa trabaja para el desarrollo sustentable de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros demostrando responsabilidad social y preocupación por los demás

Hasta allí llega también la cooperación; porque no hermanar entonces estos conceptos actualizando con nuevas asignaturas la educación cooperativa para mejorar las condiciones funcionales a los integrantes de la economía social.

La idea general del empoderamiento vendría a ser la complementación de los dos sistemas ya que para analizar el proceso se necesita saber si existen o no condiciones favorables para un ambiente empoderado y además la forma como los cooperadores perciben dichas condiciones; y eso necesita ser analizado en profundidad.

(continuará)

Segundo Camuratti

viernes, 17 de febrero de 2012

Educación cooperativa y el empoderamiento Sda. Parte

Debemos tomar y a la vez formar conciencia en el imaginario colectivo cuando hablamos de que la cooperación no puede ser nunca un fin en si mismo, porque tiene y debe transformarse a través de su función, y adecuarse a las necesidades y al avance que la sociedad necesita para mejorar las condiciones de vida de quien participa de ella.

Como organismo colectivo en todos los ordenes de integración la cooperación debe lograr que quienes ingresan a ella por necesidades propias generadas por las magras posibilidades que le da el mundo desde siempre; cuando el entorno económico que lo rodea no le asegura un buen pasar, impide el desarrollo de la psiquis del individuo que consiga llevarlo a constituirse en el exponente adecuado de la representación de sus bondades en el grupo humano que integra.

Hasta allí el ejercicio de la actividad cooperativa muestra solo la cara del beneficio que esta brinda a quienes se asociaban a ella dándoles el elemento material de esta producción transportándolo a la situación de sostener ese fin en si mismo.

Con el advenimiento en 1844 de los pioneros de Rochdale se dio en consecuencia el sentido correcto de lo que debía ser la cooperación a través de reglas específicas que encuadraron su funcionamiento; reglas que trascendieron el servicio económico incorporándole los conocimientos sociales y culturales que transformaron al individuo conduciéndolo a una instancia de vida superior.

La aplicación de la educación cooperativa contribuyó de manera efectiva al cambio pero no avanzo lo suficiente para incidir en los resultados, porque no consiguió establecerse en nuestro país a pesar de las leyes promulgadas y dejada de la mano por los gobiernos que no acompañaron debidamente su proceso de desarrollo.

Tan es así que no alcanzó hasta el presente ser parte de la educación publica de manera consecuente, regulada y aplicada constantemente, sobreviviendo solo por la constancia de entes privados vinculadas al sector cooperativo que la tienen en cuenta.

Esta falencia del estado todavía existe aun por eso es bueno tener en cuenta otras vías de afianzamiento y otros elementos, siempre dentro de la educación cooperativa, que sin tergiversar lo que hasta hoy se hace, posibilite nuevos espacios de capacitación que incorporen metodologías que contribuyan a que la cooperación avance dentro de la economía social con la convicción y la adhesión de quienes participan en ella teniendo en cuenta que el cooperador no nace, sino que se hace, y para eso, hacen falta políticas que acompañen dentro del universo educativo en la búsqueda de caminos que contribuyan a afianzarla dentro de la sociedad y para lograr la fidelidad del cooperador.

Una de esas vías puede ser muy bien el empoderamiento de la actitud y la capacitación que adquieran los individuos para ingresar en la cooperación con convicción, y el tesón de la importancia que esta tiene en la mejora de la calidad de vida de amplios sectores humanos, tarea que debe ser encarada desde la educación cooperativa para instalarla.


Segundo Camuratti