martes, 31 de mayo de 2011

Aportes para un debate Final

Enumerando algunos de los temas principales, sin ignorar que hay muchos otros que deben nacer de las inquietudes de los cooperadores que militan y gestionan cooperativas y ansíen un movimiento cooperativo adecuado a los tiempos que se viven actualmente; porque dentro de los principios que le dan vida hay uno que es esencial; formar al individuo para que entienda porque tiene que ser cooperador partiendo de la base de la solidaridad.

Si bien es cierto que el ser humano mientras viva puede aprender, es mejor si aprende para vivir, y para eso desde muy temprana edad tiene la escuela; sin pretender ser reiterativos seguiremos insistiendo con aquello de que si bien el ser es producto de un acto cooperativo no nace cooperativista, la vida es quien lo hace.

No es redundante entonces analizar que es lo que debe adquirir en la enseñanza que lo lleve al estadio solidario de la cooperación y esto cae por su propio peso: la enseñanza cooperativa en la escuela desde la infancia.

Quién la impide; muchos factores que comienzan con la decisión de encauzarla que debe ser política, si el encuadramiento dirigencial político se ubica dentro de la organización democrática de gobierno.

Pero la educación cooperativa llego al fin de la hora de espera para introducirse dentro de la sociedad, no pueden existir mas artimañas de ninguna especie que frenen el proceso educador de un sistema que ha demostrado la incidencia que ejerce en bien de la comunidad.

Lo que decimos no significa que la ignorancia de la educación cooperativa prime dentro de la sociedad, existe un sistema de enseñanza difusa en un sinnúmero de lugares que no se expresan con metodologías integradas que construyan un modelo asimilable en el ámbito del país, para desarrollar normas coherentes y de envergadura uniformes.

Aquí no cabe argüir el argumento del federalismo que transforme en islas o cotos cerrados el tema vital de la enseñanza; cuando hablamos de Nación este hecho de por sí trasciende al federalismo.

Cosa distinta es que la educación tenga que adecuarse a las variables socio-económicas de provincias muy disímiles en su estructura geográfica con rentas y recursos distintos pero la matriz debe ser una sola en un país que se precie de nación.

Han transcurrido muchos años desde la promulgación de la ley madre de la educación argentina, la 1420 originada en 1884, en la cual ya se mencionaba la enseñanza cooperativa a través del Consejo General de Educación creado por esa ley.

Debe ser tarea del próximo Congreso Argentino de la Cooperación tomar el tema como prioritario e inducirlo hasta las últimas consecuencias para lograr instalarlo de una vez por todas en el ámbito de todo el país de manera orgánica a través de la escuela pública.

Segundo Camuratti

martes, 17 de mayo de 2011

Aportes para un debate 3ra. parte

Siguiendo con las ideas sobre el tema de un nuevo Congreso Argentino de la Cooperación, conocido por versiones como proyectado para el próximo año con motivo de haber sido nominado como “2012 el Año Internacional de las Cooperativas” por la ACI, si se concreta nos parece un hecho positivo, sería empezar a cumplir a pesar de saltear un Congreso de lo propuesto en las consideraciones finales del anterior realizado en el año 2004, esperando que la integridad del movimiento cooperativo lo convoque, sin abstenciones de ningún sector.

Hablamos del debate porque deberíamos tener en cuenta que el hecho de realizar un Congreso no puede terminar en un fin en si mismo cuando este concluye, es decir, ese acto no puede terminar el Congreso ni las responsabilidades asumidas por los convocantes; allí debe iniciar una nueva etapa que lleve a comenzar las tareas para instalar las resoluciones del Congreso, (además del libro correspondiente que es necesario para su difusión), a planificar que se hace con las resoluciones que se propongan, y como el movimiento actúa para impulsar lo programado, sino sería solo un congreso desarrollado desde la boca para afuera.

Los Congresos se deben constituir de allí en más en los celosos custodios del pensamiento en acción del movimiento cooperativo, porque está visto que pronunciarse sobre algo no significa que se instale por si solo: tiene que ser impuesto donde corresponda con los elementos convincentes que permitan llevarlo a cabo.

Un tema para el desarrollo y el sostenimiento del movimiento cooperativo es la educación cooperativa en las escuelas, analizada en profundidad en el anterior congreso pero sus consideraciones finales apuntaban solamente hacia lo interno del movimiento cooperativo, que no esta mal, pero nada decía que se debería hacer en el sector externo, es decir el estado; el obstáculo mas importante que sigue existiendo en ese lugar y sobre eso nada se dice.

La educación cooperativa a debido enfrentar la inacción política más de un siglo continuando a la deriva como ejemplo del axioma del vaso medio lleno; se aprobaron leyes sobre el tema pero se obviaron los complementos necesarios para implantarlas.

Lo dijimos en blog anteriores,”el cooperativista no nace, se hace”, y solo lo puede hacer el ejemplo de un sistema social de vida y la educación cooperativa, desde la escuela inicial hacia delante todo lo posible.

Primero se necesita una ley: sobre eso podemos asegurar que hubieron varias, (entre ellas también decretos), pero todo fueron por una causa u otros fines en si mismos, faltaron siempre los elementos complementarios para ponerlas en práctica; presupuesto, capacitación de docentes y el plan de estudios para llenar la copa.

Segundo Camuratti (Continuará)

martes, 10 de mayo de 2011

Aportes para un debate 2da. parte

Antes de continuar con el tema queremos expresar a nuestro entender por estar convencidos de ello que es lo que definimos como Cooperación; que ésta pretende ser una Escuela de Vida e interpretando que cuando sugerimos transformar la sociedad no planteamos otra cosa que el cambio cultural a través de la modificación de la manera de pensar y actuar de los individuos, reemplazando el yo individualista por el nosotros colectivo de la solidaridad.

El primer aporte para abrir el debate dentro de la organización social imperante parte de que se hace indispensable una nueva ley de cooperativas que deslinde al cooperativismo por su esencia solidaria dentro de la economía social, de los mecanismos asistencialistas que se cobijan debajo del ala cooperativa, (como instrumento corporativo, nunca cooperativo) introducidos últimamente para cumplir objetivos electorales.

Lo dijimos hace tiempo que la cooperación no puede ser invadida por el asistencialismo dejando de lado la figura de la autogestión de la cooperativa; por lo tanto no discutimos el asistencialismo como etapa de transición para solucionar situaciones de pobreza extrema, pero que de ser necesario temporalmente debe ser reconocido y encuadrado dentro del sistema y régimen que le corresponda por su esencia que no es precisamente el cooperativo.

El diagnostico a tener también en cuenta marca que es vergonzante que legisladores que se dicen cooperativistas, no actúen para que el cooperativismo de trabajo tenga una reglamentación o apéndice de ley que les de respaldo jurídico y el encuadre correcto que les corresponde.

De la misma manera, se hace necesario que aquellos legisladores que hablan de profundizar el modelo accionen para que las leyes pertinentes deslinden las responsabilidades de cada sector de la economía y que determine con claridad, que sectores son los que están encuadrados dentro de la economía social; y cuando estos surjan se debe actuar para que se pongan en práctica.

Si cabalgamos la historia nos vamos a encontrar el sin fin de cajoneadas de leyes que ni siquiera están en el recuerdo de los ancianos, (en eso existe habilidad por parte de aquellos que manejan ciertos intereses que no son precisamente los populares), por eso que el cambio debe ser profundo, se deberá limpiar muy bien debajo de la alfombra.

Solo basta con tener un poco de paciencia y remover archivos, ejemplo cabal de ello es la educación cooperativa en las escuelas que ya estaba incluida en el texto de la ley Nº 1420 de educación común sancionada el 8 de julio de 1884.

Entendemos que este hecho merece un capitulo exclusivo de la próxima entrada de este tema.

Segundo Camuratti (continuara)