Aunque parezca superfluo muchas palabras no
adquieren el valor absoluto cuando se
las dice o se las escribe si no están acompañadas del adjetivo que determine
hasta donde llega su influencia.
La palabra democracia
es una de ellas porque se la
incorpora en el léxico y se la toma como el súmmum de una acepción totalizadora
del significado que se pretende darle.
Cuando en función de gobierno se incorpora la
palabra democracia se da por sobre entendido que se aplica como referente máximo
del reaseguro que tiene el individuo para el goce pleno de los derechos.
Y esto no es así, porque debería estar acompañada
del adjetivo que le marque donde comienza y termina su función para que se
entienda lo que quiere decir.
Porque si no solo define una doctrina política a
favor del sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la
elección libre de sus dirigentes.
Luego estos dirigentes en nombre de esa democracia
son los que gobiernan y el pueblo es solo espectador pasivo de lo que ellos
hacen.
No pretendemos hacer juego de palabras pero si
demostrar el valor que se le adjudica a la palabra, que incorporada, no dice
claramente lo que representa; no es el súmmum de la garantía universal, solo
una parte.
Democracia es una cosa
cuando va adjetivada por representativa, otra por republicana, o participativa
o distributiva; ese arco lingüístico tiene que unirse para darle el contenido y la garantía que debería tener
el individuo cuando se la expresa en función de actos de gobierno con vigencia
plena para asegurar beneficios al individuo.
En cambio otras palabras llenan ese arco que
decíamos anteriormente porque son totalizadoras en cuanto a la función que
cumplen
Una de ellas es la palabra cooperación y sobre ella
queremos explayarnos para demostrar la incidencia que tiene cuando se la pronuncia y se la ejerce.
La cooperación representa en si un factor incluyente que lleva
inmerso el esfuerzo propio y la ayuda mutua en cualquier cosa que se instale en
el imaginario colectivo para mejorar la vida de las personas, cerrando el
capitulo para lograr el goce del individuo contribuyendo a resolver los cuatros adjetivos; republicana,
participativa, distributiva y además representativa porque incorpora el
elemento fundamental cuando admite la unidad en la diversidad superponiendo el
verbo convivir por sobre el valor político.
Cuando se habla de cooperación se instala el alo que cierra la acepción
indicativa que abarca todo, el uno y lo otro, como expresión máxima de la
tolerancia al interpretar el conjunto de valores que contribuye a solucionar
las necesidades que llevan implícito al goce del individuo en un distinto
modelo que al ser compartido contribuye
a armonizar la vida
Por lo tanto cuando se instala la palabra cooperación es el
indicativo claro de que el individuo puede lograr alcanzar todo lo que se
propone sin tener que adjetivarla, adquiriendo así un valor absoluto.
Segundo Camuratti