El titulo de la nota es el
indicativo más coherente para referirnos a lo que está sucediendo dentro del
movimiento cooperativo argentino, si nos atenemos a considerar lo actuado hasta
el presente por las entidades de tercer grado que tomaron a su cargo llevar
adelante las actividades conmemorativas del Año Internacional de las Cooperativas
puesto en órbita por la Alianza Cooperativa
Internacional en el mes de octubre del pasado año.
Un acontecimiento que aspira a
involucrar al mundo cooperativo detrás del fortalecimiento de la esencia
universal de la cooperación, detrás de sus consignas humanistas en pro de una
nueva cultura económica social que aporte dividendos a la hora de mejorar la calidad
de vida de los pueblos y por ende de los pobladores del planeta.
Pero hete aquí que por esas cosas de
las circunstancias, vaya a saber cuales, en Argentina no hay ni se sabe nada
concreto si las entidades que asumieron la responsabilidad de ejecutar algún
programa particular que conlleve algún objetivo lo a puesto en marcha.
Quienes asumimos al cooperativismo
como carga pública por el convencimiento de sus virtudes y principios creemos
que la despreocupación sobre el tema marca líneas exasperantes que rondan la pereza del
mentís permanente de muchos años a esta parte.
Como extraña paradoja en un sector
social que engendra la virtud de la tarea colectiva se hace difícil trasladar la función específica de programar proyectos
consensuados para sostener bienes comunes; no se consigue avanzar con unidad en
la diversidad para integrar entidades en donde ninguna de ellas pierde su
entidad y puede hacer avanzar el proyecto de todos.
El
primer Congreso Argentino de la Cooperación realizado por Cooperar y Coninagro
data de 1983, es decir 29 años, de allí en más solo se han realizado 2
congresos más: uno en 1989 y el más reciente y último ya en el nuevo siglo en
2004.
Este desorden instrumental de los congresos
pareció haberse salvado en el año 2004 porque allí, en el prólogo del libro
editado con las resoluciones del congreso los Presidentes de ambas entidades afirmaron
fehacientemente que asumían el compromiso de bregar para que el congreso se
volviera a repetir en el año 2007 y luego sucesivamente cada 4 años.
Esto suena, con buen humor a un
record de Ripley, ya pasaron 8 largos años y
si bien se siguieron cambiando dirigentes en la dirección de las
entidades, todo está como era entonces porque la situación sigue lo mismo; da
vergüenza, en un movimiento dinámico como el cooperativismo en el transcurso de
29 años solo se realizaron tres congresos, esto no habla bien de los
dirigentes cooperativistas argentinos.
En la
planificación de las acciones por los trascendido a través del periodismo
podemos colegir que hasta ahora solo se conoce que el Congreso Argentino de las
Cooperativas, una de las actividades a realizarse, tal cual parece que se
denominó en nuestro país, se habría de realizar los días 6 y 7 de septiembre de
2012 en la ciudad de Rosario sin conocerse aún en que lugar se a de realizar.
Dentro del movimiento
cooperativo argentino hay razones obscuras subyacentes que nadie tiene la
valentía de manifestarlas; por razones de estatus, de acción, omisión o
conveniencias particulares o políticas nadie le quiere poner el cascabel al gato mientras el movimiento
sigue a la deriva.
Como no
tenemos compromiso con nadie porque a nadie le debemos nada y siendo producto
de nuestro propio esfuerzo, trabajamos
por un mundo mejor; en el próximo BLOG daremos nuestra opinión sobre lo que
esta pasando. Nuestra obligación solo esta al servicio de y para un movimiento
cooperativo legítimo y gestionado, pilar de una nueva Argentina trascendente.
Segundo Camuratti