domingo, 21 de octubre de 2012

Pensando el cooperativismo


Entendemos que a esta altura del año a llegado el momento de reflexionar sobre algunos temas referentes al cooperativismo argentino, que asemeja estar instalado en una meseta casi estática que le impide avanzar como  lo debería hacer, todo movimiento que se precie de ser un componente importante y necesario en la vida de todo país.
Manifestar como ejemplo de la construcción cooperativa una razón de ser, puede ser el incentivo más importante a exhibir por las realizaciones cooperativas, demostrativo de que las entidades nacidas en la necesidad de cubrir espacios vacíos de la sociedad con solidaridad y ayuda mutua teniendo como base la autogestión, pueden avanzar demoliendo uno de los pilares sostenedores de las estructuras del capitalismo; la intermediación parasitaria y la exclusión social.
Sería muy bueno tener en cuenta  lo que vulgarmente se dice  que para muestra basta un botón; lo que pretendemos  reflejar con esto son las muchas entidades privadas caídas en la marcha de su actividad por las políticas de libre mercado, que renacieron como el ave fénix de sus cenizas por la gestión de sus trabajadores, que se dieron a la tarea de reflotar esos emprendimientos y hoy integrados en la economía social como cooperativas resuelven la inclusión y dinamizan la economía.
El tesón de su empeño los llevó a conseguir un encuadramiento laboral que los pone a cubierto de la voracidad capitalista que pretendía reconquistar sin costos lo que ellos mismos destruyeron.
Nada se consigue sin esfuerzo, mas aún si ese esfuerzo es colectivo porque lleva inmerso el acto solidario de dar para recibir, demostrativo de lo que se puede hacer cuando se está convencido de lo que se hace.
Lo queríamos dar como ejemplo de la vigencia subjetiva de la cooperación para levantar los ánimos; la cooperación no se puede  caer nunca mientras la persona humana no se agote como un fin en si mismo, abandonando el habito de pensar.
Por eso se hace necesario un llamado de atención en la etapa  que transitamos, para que los dirigentes políticos y sociales de todos los sectores dejen sus desencuentros personales, y pongan en uso sus facultades mentales  comenzando a pensar en positivo por sobre las reminiscencias vulgares de antaño y  sus propias pretensiones,  para acordar un país respetando las diversidades teniendo presente que este se hace entre todos sino no se hace.

Segundo Camuratti 

lunes, 8 de octubre de 2012

Luego de la tempestad, la calma


Nunca hemos sido proclives a ejercer el apresuramiento cuando los temas son importantes y transcienden al marco colectivo del andamiaje social, como es la cooperación en las distintas vertientes que pululan en nuestro país.
Es por eso, que ante el suceso acaecido por el Congreso Argentino de las Cooperativas celebrado en la ciudad de Rosario en el mes de setiembre, hicimos un compás de espera para pronunciarnos sobre el tema que es de envergadura, y por lo tanto, es indispensable decantar las fuentes para ver o conocer lo que queda de ello.
Esto es necesario porque veníamos reclamando de largo tiempo a esta parte el no cumplimento de los compromisos tomados por las mismas entidades que asumieron nuevamente la responsabilidad de llevar adelante el Congreso; luego de haber fracasado ampliamente en el compromiso contraído con las declaraciones efectuadas al concluir  en el año 2004 el anterior congreso.
Tal vez se podrá argumentar con razón, que las personas no son las mismas, pero las entidades si son las mismas; por lo tanto están obligados los continuadores de las mismas a dar cuenta de los errores,(u horrores que no es lo mismo) cometidos y quienes los hicieron.
Dentro del movimiento cooperativo argentino debe existir continuidad,  responsabilidad y  rendición de cuentas de los dirigentes por  las políticas que se aplican, y más aun si el hecho le cabe a entidades  que por ser de tercer grado agravan por su envergadura en mayor medida los acontecimientos al dejarlos pasar ignorándolos.
Lo  peor que le puede suceder al cooperativismo argentino es perder credibilidad ante la sociedad, porque su principal capital  es la confianza de ella en  sus dirigentes; si eso se pierde lo demás puede contabilizarse  en la jerga popular como todo verso.
La nueva etapa del congreso además del diagnostico de situación tiene que avanzar en militar, en tiempo y forma, todo lo planteado en la declaración del mismo para llevarlo a cabo, para que lo que se dice no se transforme en una edulcorada expresión de deseos  que después duerma el sueño perenne de los justos.
Cuando se publiquen todas las declaraciones del Congreso Argentino de las Cooperativas y luego de nuestro análisis, haremos las consideraciones necesarias sobre el tema para colaborar con el halago o la crítica constructiva,  al avance del movimiento cooperativo argentino.
Segundo Camuratti

martes, 2 de octubre de 2012

Homenaje a Floreal Gorini


Es imposible para quienes fuimos sus discípulos dejar pasar el 8° aniversario de su fallecimiento, (03/10/2004), sin rendirle el justo homenaje que se merece por su trayectoria en la vida, y por todas las semillas que sembró en  aquellos lugares por los que transitó, especialmente en el movimiento cooperativo y además en lo político, en su tarea dedicada siempre a favorecer a los más que menos tienen en la búsqueda de sistemas de vida que enaltezcan a la persona humana, y lo hacemos convencidos a pesar que algunos pseudos cooperativistas lo silencien por conveniencias propias.
El tiempo pasa inexorablemente pero cada día que transcurre nos afirma más en el convencimiento que la figura de Floreal nos acompaña de manera permanente en nuestra búsqueda de un país mejor, de un mundo mejor, donde el individuo como persona sea el eje central de la interpretación de un pensamiento, que el mantenía inalterable a través del tiempo como figura conductora, y que se basaba en el cambio que debía producir la sociedad, para lograr una sociedad perfecta de la cual debían participar todos los  hombres y mujeres sin excepción, donde el humanismo, lo moral, lo ético y la solidaridad fuesen el modelo, base sustentable de ese nuevo paradigma. 
Sobre las cooperativas decía con vehemencia; Es importante administrar bien la cooperativa, forma parte de la cultura la buena administración, la honesta y transparente administración.
Fomentar la participación de los asociados en la gestión y el gobierno de la cooperativa. Mostrar la cooperación como otro sistema de gestión de la economía, donde democracia y eficiencia son compatibles.
La solidaridad, uno de los pilares fundamentales del cooperativismo, se ha convertido en una de las herramientas más potentes para el cambio de una  actitud refractaria del mundo individualista y egoísta que nos quieren imponer.”
Tres párrafos claros muestran como era su pensamiento sobre la cooperación pero siempre dio por supuesto que la idea sola no alcanzaba, esa idea debía de ir acompañada con trabajo y a ese trabajo  volcó el esfuerzo de toda una vida para que el anhelo se plasmase en realidad. 
La importancia radica cuando ese pensamiento no solo se utiliza para transitar la vida, sino se convierte en herramienta fundamental y faro, para guiar y transmitir hacia el imaginario colectivo, lineamientos con alto contenido humanitario en beneficio de la sociedad en su conjunto
De la misma manera que con ladrillo tras ladrillo se levanta una casa, con idea tras idea supo delinear un pensamiento, que edificó la importancia que este conlleva en la construcción de la coherencia humana y política, que constituye el ejemplo en el modo de vivir de las personas, y eso trasunta al valor que tiene el significado de vivir como se piensa
Como todos los años pasados quisimos extraer de sus escritos parte de los mensajes que con el pasar del tiempo no han perdido vigencia, y la seguirán teniendo por tiempo indefinido  porque han pasado a formar parte del legado que sus enseñanzas nos dejaron como guía y con ellos estaremos construyendo el recuerdo inolvidable de su persona; como colofón dejamos cosas para pensar escritas por Floreal: 
“Nadie puede pronosticar los años que faltan para llegar a la sociedad realmente humana, pero ya el solo hecho de estar en el camino de la lucha para lograrlo hace a nuestra dignidad…” Floreal Gorini. 

Segundo Camuratti