Plantear que las cooperativas son el brazo más fuerte que con solidaridad en lo económico y lo
social en lo humano es el verdadero hecho
que sirve como antídoto para combatir la concentración y la exclusión es una razón absoluta y además es una consigna valedera del mundo de
hoy porque es la regla de oro al ser entidades que incluyen en lugar de excluir en
pleno siglo XXl, y encolumnan los hechos comunes que rodean los ángulos
salientes de la utopía.
Al observar que hoy en día, a raíz de los procesos
de privatizaciones originados por la influencia de las políticas neoliberales
que azotaron a muchos países llenando las calles de excluidos, supieron imponer
su influencia para revertir las situaciones en etapas difíciles de la
sociedad; es por eso que la sociedad
debe tener conciencia y considerar que las tareas
que desarrollan las cooperativas como organizaciones sociales, pueden garantizar la vigencia de una democracia coherente y participativa a través de sus
principios rectores.
Teniendo en cuenta que la
cooperación en su momento fue la respuesta a la Revolución Industrial ,
excluyente por esencia, ahora deben
seguir siendo la respuesta al neoliberalismo
y la globalización, que algunos cooperadores definieron sin ninguna duda
como el matrimonio degenerado de las
últimas décadas, por ser también ejemplo
de exclusión.
En las actuales circunstancias
las cooperativas deben ser los agentes que convaliden y aseguren la vigencia de
la paz y el trabajo, porque las mismas son una mezcla de mitad pragmatismo y
mitad sueño y por lo tanto contribuyen a servir en defensa de esa economía solidaria garantizando la armonía para
construir un mundo mejor.
En lo que
corresponde a la cooperación podemos
examinarla desde su presencia y de su
esencia subjetiva por eso para hacerlo no debemos ignorar sus orígenes y la
raíz de su nacimiento en una etapa de la historia previa a la aparición del
capitalismo.
Para aquellos
que hicieron la valoración del acto cooperativo y de la actividad de servicio
que este tiene como actividad principal, podría ser un sacrilegio que alguien
tratase de ubicarlo en la confrontación de ideas a un sistema, el capitalismo, dentro
del cual en muchas situaciones y lugares logra funcionar; pero jamás podrá anteponer el egoísmo individualista
clasista, al acto solidario de la cooperación.
Preguntarnos
si esa raíz tenía injertos del socialismo utópico es lo menos que nos puede
asombrar, hay muchos antecedentes sobre el tema que así lo atestiguan, vale la
pena mencionar algunos de ellos demostrativos de esa realidad; socialistas utópicos
participaron del núcleo de las 28
personas que luego se dio en llamar “Los
Equitativos Pioneros de Rochadle”.
Sin
embargo la propuesta de la entidad cooperativa acepta que si bien todos los
bienes son intangibles, sigue
proponiendo la propiedad común de las entidades como eje central de su
filosofía humanista.
Segundo Camuratti
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