martes, 3 de marzo de 2015

Mas sobre cooperativismo


El mundo cambia y el movimiento cooperativo debe hacer todos los esfuerzos por crecer, madurar, incorporar los mejores avances de la ciencia, la tecnología, y el pensamiento social. Pero lo que no puede cambiar en el cooperativismo es esa razón de ser de su existencia que es el asociado, la gente, el pueblo, mientras estos estamentos sociales no mejoren como sociedad, tampoco podra avanzar la cooperación.
Pero el marco territorial donde actúa el movimiento cooperativo, especialmente en nuestro país muy a pesar de que pasan los años, sigue siendo una foto de la realidad vigente, tanto en lo económico como en lo social
Por lo tanto podemos decir que el movimiento cooperativo de nuestros días sigue viviendo una circunstancia implícita, crucial y decisiva de su historia: como nunca, en mas de un siglo y medio de existencia, las entidades de la economía solidaria confrontan su ideario y su gestión cotidiana con fuerzas globalizadas y avasalladoras que persiguen obsesivamente la acumulación de riqueza, el privilegio y el poder absoluto.
Sabemos desde siempre que debemos concientizar a los asociados de  las cooperativas, en el sentido de que estas,  deben ser instrumentos de transformación social, llevando su accionar junto con otros movimientos  que también reivindican la necesidad de modificar el injusto sistema actual individualista por otro más solidario.
Menuda tarea podrá decirse en función de ello, si el encuadre de su funcionamiento no varía: mal se pueden pedir cambios cuando las condiciones siguen siendo las mismas, porque el sector no adquiere la dimensión necesaria para influir en la promoción de esos cambios.
DESDE EL ESTADO, (sí el estado con mayúsculas), no se ponen  en marcha los mecanismos ya legislados, especialmente aquellos que determinan la enseñanza del cooperativismo en las escuelas con la intensidad  curricular necesaria que pueda inducir a inculcar el factor solidario en el imaginario colectivo sino será difícil revertir la situación.
Pareciera irreal que los encargados de utilizar las leyes para el progreso social, puedan hacer caso omiso de ellas sin importarle que la demora en ponerlas en práctica contribuyen a agravar las consecuencias de lo que hacen.
No se tiene presente  la importancia de lo que significa la educación cooperativa; no lo estamos diciendo como beneficio inherente al  sector cooperativo; si esto no se tiene en claro desde los factores de gobierno, estos para que están.
La enseñanza del cooperativismo en las escuelas no fue creada exclusivamente para las cooperativas; fue creada para modificar la conducta de la sociedad para torcerle el brazo al individualismo exacerbado, implantado en la historia de los pueblos por las ideologías que hicieron del desunir su trabajo esencial y predilecto, para poder reinar a espaldas de los intereses y los conceptos básicos de la convivencia social.
Esperamos que en el 2015 el acto electoral sea la bisagra que influencie a quienes lleguen  a la función de gobierno  que  tengan el raciocinio que les permita entender  que no hay peor gestión que la que no se hace.
Segundo Camuratti

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