domingo, 19 de agosto de 2012

Entidad de la economia social Pra. Parte


No es fácil deducir si alcanza la influencia y el significado del espacio que pueda llenar un artículo  tratando de resumir la trascendencia que tiene la economía social en esta etapa que transita la sociedad. De cualquier manera estas cosas hay que manifestarlas cuando se está convencido que la materia es importante a tener en cuenta.
No deja de ser interesante lo que se escribe en primera instancia sobre la “economía social”, pero la experiencia nos demuestra que nunca estará dicha la última palabra sobre el  particular. Es lo suficiente valioso el tema que sobrepasa lo que se pretenda expresar en algunas carillas.
En principio, se puede decir que el propio término Economía Social puede resultar reiterativo, pues acaso toda la economía reviste un carácter social, ya que existe para satisfacer necesidades sociales, sea tanto para  fines  específicos o como medio para lograr la obtención de beneficios.
Sin embargo es una expresión que al estar instalada es  asumida plenamente  como concepto  referente del sector de la economía que engloba aquellos grupos sociales, que intentan encarar la producción y los servicios necesarios o complementarios a ella con una organización radicalmente distinta a la empresa capitalista; porque con valores  diferentes y objetivos que los sostienen, actúa como  un modelo que pone en evidencia que la racionalidad económica y el progreso social son criterios compatibles para resolver problemas de determinados estamentos sociales.
En este  universo quedan comprendidas una gran variedad de organizaciones desarrolladas por sectores sociales en actividades de muy distintas características y objetivos,  que sin ser similares,  comparten una cantidad de particularidades que se entienden como requisitos indispensables para integrar el sector de la economía social.
Sin embargo logran determinar un orden económico y social aun no totalmente conformado y alcanzado a explorar porque involucra a un ámbito subjetivo que en ninguna instancia puede ni debe ser  ignorado; nos referimos al individuo como persona y los intereses que pueden perjudicarlo o beneficiarlo  en su manera de vivir.
Por lo tanto entendemos que el campo de la economía social es amplio, a la vez muy complejo y dinámico, por lo tanto, las ciencias sociales están lejos de encontrar criterios universales para determinarlos; al sostener ser entidades sin fines de lucro, transitan en el colectivo imaginario en un espectro tan difuso que va desde los sectores marginales y pasando por el cooperativismo llega hasta las empresas públicas.
Cabe hacernos entonces aquí una pregunta que surge del análisis de situación que despierta en el individuo común cuando oye a cada instante hablar sobre la incidencia de la palabra  “globalización”, que pareciera estar de moda en la hora actual del mundo por ser el real exponente del fruto máximo de la simiente capitalista.
¿Puede tener vigencia el sector de la economía social en el estadio que envuelve  la actividad económica conocida vulgarmente como mercado?
Por supuesto estamos convencidos que sí, porque es un factor importantísimo para resolver problemas derivados de la aplicación de las políticas neoliberales durante décadas que a través de la implantación de economías de mercado generaron desempleo y exclusión social. También podemos agregar como elemento positivo de la economía social que es muy difícil encontrar en ella la intermediación parasitaria que distorsiona en beneficio propio los valores de la actividad generada.  

       Segundo Camuratti

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