jueves, 1 de octubre de 2009

Homenaje a un ilustre cooperativista

Dentro de muy pocos días, el 3 de octubre, habrá de cumplirse un lustro de la desaparición de quien fuera uno de los mas destacados dirigentes del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos: Floreal Gorini.

Es por eso que no podíamos estar ausentes desde la columna de Sentido Solidario para rendirle el justiciero homenaje recordatorio a quien fuera el más claro ideólogo de un largo periodo de tiempo en la vida del Instituto Movilizador.

Pero es nuestro deber tener presente que este acto evocativo, es solo una fecha, porque la presencia de quien hablamos está vigente de manera permanente en el sentir de un amplio sector de cooperadores, y nos afirma más en el convencimiento de lo que fue su trayectoria en su paso por la vida, elemento digno de imitar por la presente y futuras generaciones.

Traemos a la memoria, decimos, la figura de un dirigente que entendió que respetando los principios y trabajando con convencimiento se puede avanzar a pesar de las adversidades que se deban afrontar.

De la misma manera que con ladrillo tras ladrillo se levanta una casa, con idea tras idea supo delinear un pensamiento, que edificó la importancia que este conlleva en la construcción de la coherencia humana y política, que constituye el ejemplo en el modo de vivir de las personas, y eso trasunta al valor que tiene el significado de vivir como se piensa.

La importancia radica cuando ese pensamiento no solo se utiliza para transitar la vida, sino se convierte en herramienta fundamental y faro, para guiar y transmitir hacia el imaginario colectivo, lineamientos con alto contenido humanitario en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Los mismos principios que marcaron la integridad de su conducta llevaban implícito un pensamiento hecho carne que supo definir, con claridad y seriedad cual debía ser la salida para resolver situaciones, teniendo siempre presente aquello de que el fin no justifica los medios.

Desde ese entonces el itinerario de su vida fue marcado en un solo sentido, la defensa de los intereses de sus iguales, por eso no tuvo términos medios, siempre sus consignas, su actitud y su trabajo, estuvieron encaminados con un único objetivo, el bien común de los que menos tienen.

De esa larga etapa podemos rescatar buceando en sus escritos, si sabemos leerlos, párrafos enteros de distintas épocas con un solo hilo conductor, su preocupación por los demás y el bienestar del hombre, teniendo en cuenta el devenir del futuro y sus implicancias sobre la humanidad.

Su destino diríamos, nació prácticamente junto a los trabajadores y se profundiza en las múltiples ocupaciones que desarrolló, conduciendo un colectivo, fabricando sombreros o como bancario, y las llevo a cabo siempre intentando representar los intereses de su clase sin concesiones.

Esa vocación de servicio lo llevaría a incorporarse al movimiento cooperativo de crédito que estaba emergiendo, precisamente cuando comenzaba a manifestarse que faltaba el financiamiento a través del crédito en el campo popular para su desarrollo, y el IMFC iniciaba la inmensa tarea de construir un sistema financiero alternativo, que sirviera a los sectores populares.

Su experiencia sindical y política junto a una camada de importantes é inolvidables cuadros sociales y políticos, alimentaron desde el inicio, la faceta diferencial que debía interpretar ese cooperativismo desde el Instituto Movilizador, tal es así que en esos primeros años se comenzaba a perfilar lo que Gorini denominaría mas adelante, como una corriente especifica y por lo tanto distinta del cooperativismo, que el no dudaba de asociarla al objetivo socialista de construcción social, sosteniendo que la movilización y la participación popular consciente por una nueva sociedad, eran factores fundamentales para definir el curso transformador de la cooperación.

Para quienes fuimos sus discípulos siempre tuvo a mano la palabra justa, el consejo, una clase didáctica mas, transmitiéndonos el enorme caudal de conocimientos que acumuló en su larga y fecunda militancia en distintos movimientos, ya fueran estos gremiales, sociales o en su quehacer político siempre tenido en cuenta.

El mejor homenaje que le podemos rendir a Floreal es transcribir un párrafo de un discurso en un acto por el Día Internacional de la Cooperación que pinta de cuerpo entero su manera de pensar.

“Por eso la cooperación se plantea junto al trabajo y a la educación como una tarea constante, permanente, regular. Porque solo la cultura elevará al hombre, y el hombre hará transformar el trabajo y llegará a hacer que la máquina trabaje por él, y que lo suplante en aquellas tareas más brutales, inhumanas y pesadas”.

Aquí debemos detenernos todos un instante para preguntarnos: ¿Cuánto de filosofía y de humanismo tiene este razonamiento fundado en solo cuatro palabras: Hombre – Cultura - Educación –Transformación -. Cuatro palabras que fueron el paradigma del pensamiento de Floreal Gorini en su vida.

Segundo Camuratti

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