miércoles, 11 de junio de 2014

Pensando en futuro



Dentro del cooperativismo no existe la necesidad primaria de inventar nada nuevo; todo pasa por perfeccionar y desarrollar los elementos conducentes a cambiar el carácter pertinente, para colaborar e introducir la realidad del sentido de pertenencia en lo global a partir de la conciencia, para mejorar el andamiaje que lo consagre como elemento indispensable para consolidar el progreso y el crecimiento del factor solidario, como vía esencial  para modificar  el sistema social imperante y la calidad de vida del individuo.
No cabe ninguna duda que para completar una idea lo primario pasa en bucear sobre la génesis o la matriz de ese concepto, analizando que es lo se busca al pretender incursionar en otros niveles,  mejorando la red conducente que afiance los resultados que deben acompañar al proceso reivindicativo inicial.
Pero debemos ser concientes que desarrollar un proceso o ampliar la actividad del mismo no es una formula mágica que se ajusta por un método mecánico  lineal, porque los actores del programa cubren un amplio universo que concentra las más innumerable expectativas y ajustes que están involucrados por dos elementos fundamentales; los derechos humanos del individuo y la economía como soporte intangible de la subsistencia.
Partiendo del ensamble de la actividad colectora de los emprendimientos cooperativos y pasando por ese homogéneo  pensamiento, encolumnado dentro los principios concretos de la educación cooperativa constituidos como fuerza real y motor generador de energía solidaria.
Para unir con sólidos eslabones el sentido de pertenencia y el acto solidario de la cooperación, se hace  indispensable incorporar en la instrucción del individuo la versión cooperativa en el ámbito global del derecho  institucional, para que la educación publica y gratuita sirva para encausar el precepto  ideal del dar para recibir; expresado en el camino de ida para extender la mano del servicio, y luego recoger  la ayuda mutua de los frutos de la huella abierta como vuelta de ese hecho reciproco.
Ese basamento debe ser el medio más adecuado para transitar la metamorfosis social incorporando un modelo de economía superior con sentido armónico, que signifique  un freno para los tabúes provocados por el capitalismo economicista generado por el avance del dinero por sobre el hombre,  pretendiendo marcar  los parámetros históricos del comportamiento humano.
Poner las cosas en su lugar es el paso primordial para encauzar una metodología diferente ,que acumule  la energía subjetiva que permita modificar  el entramado social, para instaurar un patrón de gestión cooperativo que alimente a la sociedad con una distribución de la riqueza distinta y con mayor equidad.
Segundo Camuratti



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