martes, 11 de junio de 2013

Repensando el cooperativismo


Entendemos que a esta altura del año a llegado el momento de reflexionar sobre algunos temas referentes al cooperativismo argentino que asemeja estar instalado en una meseta estática que le impide avanzar como debería hacerlo todo movimiento que se precie de ser un componente innovador y necesario en la vida de todo país.
En instancias cercanas a acontecimientos importantes como son las elecciones a realizarse en el transcurso del año, sería interesante que el movimiento cooperativo hiciese conocer su punto de vista, sobre la situación actual en lo económico y social a los futuros gobernantes, desde la mirada de un sector comprometido con el país  que trabaja para mejorar el sistema de vida de  sectores importantes de la población. 
Hacer del ejemplo de la construcción cooperativa una razón de ser, puede ser el incentivo más importante a exhibir por las realizaciones cooperativas, demostrativo de que la entidad nacida en la necesidad de cubrir espacios vacíos con solidaridad y ayuda mutua teniendo como base la autogestión, avanza demoliendo uno de los pilares sostenedores de la estructura del capitalismo, la intermediación parasitaria y la exclusión social.
Es muy bueno tener en cuenta  aquello de que para muestra basta un botón; esta reflejado en aquellas entidades privadas caídas en la marcha de su actividad, que renacieron como el ave fénix de sus cenizas, por la gestión de sus trabajadores que se dieron a la tarea de reflotar esos emprendimientos y hoy integrados en la economía social resolvieron la inclusión y dinamizaron la economía.
Su tesón los llevó a trabajar para tratar de conseguir un encuadramiento laboral que los ponga a cubierto de la voracidad capitalista que pretende reconquistar sin costos lo que ellos destruyeron.
Nada se consigue sin esfuerzo, mas aún si ese esfuerzo es colectivo porque lleva inmerso el acto solidario de dar para recibir demostrativo de lo que se puede hacer cuando se está convencido, (sin embargo aún no se ha llegado a través de la dirigencia política), y promulgar un estadio concreto normativo que las instale definitivamente  institucionalizando a esas cooperativas legalmente, porque aún muchas andan bogando a la deriva con la soga al cuello sin una solución definitiva que las incorpore como entes legítimos y duraderos.
Lo queríamos dar como ejemplo de la vigencia de la cooperación para levantar los ánimos; la cooperación no se debe  caer nunca mientras la persona humana no se agote como un fin en si mismo abandonando el habito de pensar.
¿Le interesa a los gobernantes alentar este tipo de soluciones?, la realidad nos esta mostrando que no porque las deja de la mano de su propio destino.

      Segundo Camuratti

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